“Cumbia Universal” es la primera producción de Gregorio Uribe y su Big Band. ¿Por qué grabar en Nueva York un disco que tiene mucho de los sonidos colombianos?
Al llegar a Nueva York me di cuenta de que hacía mucho tiempo la cumbia se había esparcido por América, así que luego de tocar con diferentes grupos encontré algo que podía catalogarse como universal y que teníamos una cercanía a una base muy sencilla. Así surgió Cumbia Universal.
Para la grabación del disco, ¿los 16 integrantes grabaron en bloque o por separado?
Mucho de eso lo dictó la parte financiera. Este disco lo financiamos gracias a una campaña de Crowfunding. El tiempo que teníamos para grabar en el estudio era bastante limitado, así que hubo un trabajo muy fuerte de seis meses antes de editar los arreglos. Básicamente tuvimos dos días de estudio para grabar toda la orquesta, grabamos en bloque y después añadimos voces, acordeones y algunos otros colores, pero el 95% del disco es toda la orquesta al tiempo.
¿El tema financiero también afectó el número de canciones por grabar?
Sí, por plata (risas). Era mejor hacer 10 canciones bien, que 12 no muy bien.
Conoció a Rubén Blades cuando usted estudiaba en Berklee. Pero, ¿en qué momento le propuso que participara en su disco?
Diez años después de haber dado el discurso en el que elogiaba a Rubén Blades por su carrera, él asistió a uno de nuestros shows en Nueva York, le gustó mucho, luego me senté a hablar con él, le expliqué de qué se trataba Cumbia Universal y aceptó.
¿Rubén Blades colaboró en la composición de “Cumbia Universal”?
La canción ya estaba compuesta, sin embargo, cuando llegó al estudio transformó el segundo verso. Grabamos la original y la que él trajo y nos quedamos con la segunda opción. De una manera inconsciente él terminó ayudando a componer la canción.
“Come Together”, de John Lennon y Paul McCartney, es una canción que tiene varias versiones, como la de Aerosmith o Michael Jackson. ¿Por qué hacer otra?
Por la idea de conectar la cumbia con otros repertorios. Surgió un día en que la orquesta estaba haciendo pruebas de sonido, el bajista estaba tocando algo de Come Together y cada integrante se fue uniendo con su respectivo instrumento. Tenía un sonido de cumbia y me pareció que se escuchaba bien. Para esta canción tuvimos cantantes invitados de otros países: Sagit Shir, de Israel; Meta Dia, de Senegal, y Sofía Ribeiro, de Portugal. La idea era unir diferentes influencias en una misma canción.
¿Tiene algo de roquero?
No, no soy roquero, pero me críe con la cultura de MTV, además, mi primer instrumento, al que más años le dediqué, fue la batería, entonces cuando te dan una sientes que debes tocar rock, porque es lo que más duro suena. Aunque hoy en día no me siento tan conectado con el rock, en la adolescencia el grunge con Nirvana estaba presente, pero en mi música ya no tanto.
¿Cómo y en qué momento se encontró con el acordeón?
Parte de culpa la tiene Carlos Vives, quien nos enamoró de la música del Caribe, entonces de las primeras canciones que canté de niño, sin saber que era vallenato, fue El testamento, de Escalona. Pero, también, en la adolescencia había un amigo que tenía un acordeón que no utilizaba y como a mí me gustaba tocar diferentes instrumentos, me lo prestó y tomé clases.
¿Pensó en trabajar como solista?
Por circunstancias y también por pasión lancé un disco acústico que se llamó Pluma y vino, un trabajo más íntimo, más romántico, de boleros y baladas. Ahora soy un cantautor disfrazado de director de orquesta.
¿Qué otros artistas le gustaría que trabajaran en su próximo disco?
Carlos Vives, no sólo por lo que él significa para mi carrera, sino porque él ha sido muy amable y generoso conmigo, y me ha invitado a tocar varias veces al escenario con él. También admiro mucho a Juan Luis Guerra y a Jorge Drexler, que en su más reciente disco, Bailar en la cueva, se acercó a la cumbia.
¿Con qué género musical no es compatible la Big Band de Gregorio Uribe?
A los músicos no nos gusta sentir que hay límites, entonces con esta pregunta me dan ganas de ensayar con otros géneros para ver que sí se puede. He escuchado una big band hacer reguetón, entonces no me puedo imaginar con qué no es compatible.
¿Cuál es la clave para ser un buen músico?
Escuchar cuando se está tocando. Uno de los términos que se usan para describir un músico, cuando te gusta, es decir que es muy musical, lo que suena redundante, pero es decir que la persona entendió en qué espacio podía o no hacer un solo, en qué momento subir o acelerar. Es estar consciente de lo que está pasando alrededor con los otros músicos.
De sus canciones, ¿cuál es la que más le gusta?
Cumbia Universal, por lo que representa, porque Rubén Blades está ahí, lo que me parecía imposible y por lo que vengo tratando de hacer desde hace ocho años. Pero la otra a la que le tengo mucho cariño, porque fue la única canción que grabamos antes del disco es Caribe contigo, porque fue el único tema que grabamos antes de este disco, además, porque es una de las canciones que más canta el público.
Estarán 11 y 12 de diciembre en el Teatro Colón de Bogotá. ¿Qué repertorio han preparado para esa noche?
Como es parte del lanzamiento del disco las estaremos tocando todas. Pero también quiero reflejar algunos de los talentos de la banda, y por eso tocaremos algunas cosas de jazz. Asimismo, tendremos tres invitados especiales: Juan Andrés Ospina, que es nuestra influencia en el jazz; Martina Camargo, una maestra cantadora de San Martín de Loba, y Natalia Bedoya, que está haciendo una conexión entre el blues y el vallenato.
